Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- A principios del siglo XX se produce una separación en el arte, se crean nuevas interrelaciones entre la pintura y la escultura así como con la arquitectura. La modernidad busca incesantemente la purificación a través de nuevos parámetros figurativos. El principio unificador de las artes es sin duda la gran armonía. Es en esta búsqueda de la modernidad cuando se instauran nuevas realidades como la abstracción, que surge a comienzos del siglo pasado como un principio de unificación y cooperación que termina aunando los diferentes tipos de arte. Calder tras visitar el estudio de su admirado Piet Mondrian sentenció:'Quiero pintar y trabajar en lo abstracto'. ¿Qué era 'trabajar en lo abstracto'? El americano quería llegar a la descomposición lineal de los volúmenes, al juego espacial de la asimetría y la irregularidad. Mondrian alcanzó con su obra 'Tableau 1' de 1921 la perfecta descomposición espacial a través de las formas, el color y la asimetría. Sin duda la visita en 1930 al estudio del holandés marco un punto de inflexión en la carrera del americano. Pero Alexander ' Sandy' Calder ya llevaba unos años en París y estaba completamente integrado en la vida bohemia codeándose con artistas como Brancusi o Modigliani sin olvidar a su compatriota Man Ray que también se había instalado en la capital francesa. Esos años de inmensa productividad le hicieron dar un aire nuevo a la escultura bricolage que había inventado, ya en 1912, Pablo Picasso. Impregnado del espíritu dadaísta de los años 20, Sandy proponía objetos en los que para su creación podía utilizar desde un alambre hasta un corcho o una cuerda. Los materiales pobres reemplazan al mármol, al bronce de la escena academicista del siglo XIX. Sandy dominaba el uso de cualquier material como pocos artistas, el alambre no se resistía a sus ágiles manos y a su creatividad incesante. Esos pequeños hilos de hierro eran sin duda un material moderno para un artista moderno en una ciudad moderna, como era París. Calder descendía de una saga de artistas, sus padres y su abuelo lo fueron, y aunque estudio ingeniería y más tarde trabajó como dibujante de prensa finalmente su carrera como escultor y dibujante primaron sobre sus otras habilidades. El Calder más conocido para el gran público es, sin duda, el de las esculturas móviles, bautizadas así por Marcel Duchamp en 1932. Pero su faceta como dibujante es innegable como puede apreciarse en esta exposición, marcando su evolución como artista hasta llegar a obras en las que utiliza fundamentalmente los colores primarios y las formas aparecen descompuestas tal y como propugnaba la abstracción. Sus comienzos demostraron su capacidad creativa con El Circo que inventó y con las representaciones que hacía. Ahí fue cuando conoció a sus compañeros del grupo Abstracción-Creación, como Mondrian o Theo van Doesburg, que nació con el ánimo de poder competir con la otra gran corriente artística liderada por André Breton, el Surrealismo. Sandy siempre fue más allá, su imaginación y su obsesión por el cosmos le llevaron a inventar los móviles. En algunas de sus obras sobre papel plasmaba esa obsesión cósmica que tanto marcó su carrera y su obra, como le ocurrió a su admirado Joan Miró. Sus figuras con formas orgánicas o geométricas que parecen estar en el espacio nos hacen pensar en el biomorfismo planteado por Jean Arp o el propio Miró. Con la amenaza de guerra en 1933 y tras unos años en París que marcarían su trayectoria y su futuro porvenir como uno de los escultores más habilidosos del siglo pasado, decide volver a Estados Unidos. En su país natal, pero siempre volviendo a la capital parisina, se consagra como uno de los artistas más importantes de la Historia del Arte más reciente. Calder es un revolucionario del siglo XX, fue el primer artista que hizo moverse a la escultura que hasta entonces aparecía como un objeto fijo. Sandy fue capaz de dibujar en el espacio. Sus obras en las que predominan los círculos, las esferas y los discos son como constelaciones en las que figuran planetas y cuerpos celestes, una temática nueva que apareció entre el periodo de entre guerras. El espacio queda completamente transformado a través del carácter dinámico de sus obras que no son estáticas sino, tal y como dijo Duchamp, móviles. Pero fue más allá y logró también todo lo contrario con obras completamente inmóviles que su amigo Jean Arp calificó como stabiles. Así era Sandy Calder, conseguía todo lo que se proponía aunque fueran polos opuestos como sucedió con sus móviles y sus stabiles. Esa heterogeneidad también está en su obra sobre papel como ocurre en esta exposición en la que contamos con dibujos más figurativos y obras completamente abstractas en las que sólo utiliza los colores primarios y recrea la descomposición de las formas. Gracias al Ayuntamiento de Valladolid en esta ocasión podremos disfrutar de una faceta menos conocida pero no por eso menos importante de Alexander Calder, la de dibujante. A través de más de cincuenta obras entre dibujos y litografías nos acercamos a la imaginación de uno de los maestros más importantes del siglo XX.
La exposición, gracias a la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, nos muestra una de las facetas menos conocida pero no por eso menos importante de Alexander Calder, la de dibujante. A través de más de cincuenta obras entre dibujos y litografias nos acercamos a la imaginación de uno de los maestros más importantes del siglo XX. La exposición irá acompañada de mas de medio centenar de fotografías y dos video El Circo de Calder y Calder escultor del aire. Calder, nacido en los Estados Unidos descendía de una saga de artistas, sus padres y su abuelo lo fueron, y aunque estudio ingeniería y más tarde trabajó como dibujante de prensa finalmente su carrera como escultor y dibujante primaron sobre sus otras habilidades. Calder ya llevaba unos años en París y estaba completamente integrado en la vida bohemia codeándose con artistas como Brancusi o Modigliani sin olvidar a su compatriota Man Ray que también se había instalado en la capital francesa. El Calder más conocido para el gran público es, sin duda, el de las esculturas móviles, bautizadas así por Marcel Duchamp en 1932. Pero su faceta como dibujante es innegable como puede apreciarse en esta exposición, marcando su evolución como artista hasta llegar a obras en las que utiliza fundamentalmente los colores primarios y las formas aparecen descompuestas tal y como propugnaba la abstracción. Hay que recordar que Calder es un revolucionario del arte del siglo XX, fue el primer artista que hizo moverse a la escultura que hasta entonces aparecía como un objeto fijo. Fue capaz de dibujar en el espacio.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España