Descripción de la Exposición Se trata de la primera exposición del artista en Asturias, a donde llega respaldado no sólo por la indudable calidad de sus trabajos, sino por una interesante trayectoria que le ha llevado a exponer en galerías nacionales e internacionales. A pesar de su juventud (tiene tan sólo 29 años), Xavier González cuenta con un extenso e interesante currículum. Al contrario que la mayoría de los artistas de su generación, Xavier no busca tanto una seña de identidad como un medio de expresión y de escape para una fuerte espiritualidad, y es que sus obras (al igual que les sucedió a algunos de los grandes como Odilon Redon o los pintores metafísicos) están cargadas de simbolismos en estrecha conexión con el alma. Pintura metafísica, ética y estética que busca crear una fuerza similar a la que los clásicos griegos tuvieron en la filosofía. Bajo el título 'Luto Blanco', se exponen en la céntrica galería gijonesa unas 30 obras recientes del artista catalán, cuya ejecución ha tenido lugar en contacto con la naturaleza. Materiales modernos y pigmentos tratados al estilo más clásico, para conseguir una técnica depurada y un cromatismo rompedor por lo delicado, personal y vital. Compositor más que músico, pinta con el espíritu de quien compone una canción, forjando límites insospechados de máxima sensibilidad. Partiendo de Bach y Beethoven, construye un música tan actual que le lleva hacia espacios plástico-musicales, acompañados de sonoridades diversas generando unas extraordinarias performances absolutamente creativas. Su participación con la Fura dels Baus y sus intervenciones en Nueva York con Famili Tuorum le han hecho capaz de realizar en directo, acompañado de su colectivo musical, murales de 2x10 m, así como optical-art, obras cinéticas o action painting. Tanto es así que en la ya cercana Noche Blanca de Gijón (el próximo 3 de octubre) Xavier será el protagonista y creador en Propuestas Van Dyck, junto con el músico Alex Casas, de una espectacular actuación en directo en la que se mezclarán música y pintura. Así, el artista plasmará sobre una superficie de metacrilato iluminada por detrás las sensaciones que en él vaya provocando la música interpretada por su compañero, el ambiente generado por el público asistente y otra serie de instrumentos (pintura, taladros, fuego...). Una atractiva intervención que partirá del silencio y la oscuridad parea concluir en un total apogeo de luz, música y sonidos.