Ya sea en los frescos gráficos que se esparcen por los muros o en las obras sobre papel, el dibujo está en el corazón de la evolución del artista mexicano Bayrol Jiménez. Sus fuentes de inspiración son múltiples: desde las pinturas murales de la cultura sudamericana a las imágenes de la iconografía religiosa; desde el cine de terror a las imágenes de la música pop o del cómic alternativo. "Mi interés por el dibujo abarca muchas direcciones. Una es muy formal, cercana al trabajo de los pintores del Renacimiento; la otra expresa una interpelación de la imagen de los medios de comunicación, y de un imaginario colectivo, a veces kitsch, surrealista, absurdo o maravilloso".