Mi pintura ayuda a ver lo que tenemos cerca con otros ojos. Me gusta pensar que todo puede existir porque puedo pintarlo. A través de situaciones cotidianas que todos vivimos propongo una reflexión sobre la posibilidad que tenemos todos de cambiar la manera de mirar las cosas. Hay temas en mi trabajo que se repiten continuamente, la protección, la fortaleza que nace de la fragilidad, el amor, la capacidad que tenemos todos de transformarnos. Los niños me enseñan a no ver imposibles, le dan la vuelta a las cosas, buscan rápidamente soluciones a los problemas. Resuelven conflictos, son capaces de ir a donde quieren sin moverse de la silla y eso también lo podemos hacer la gente adulta.