Fallece el artista vasco Néstor Basterretxea a los 90 años

El escultor, pintor y director de cine vizcaíno Néstor Basterretxea (Bermeo, 1924), con 60 años de una intensa trayectoria creativa en los que ensayó ampliamente con multitud de técnicas y expresiones artísticas, ha fallecido este pasado sábado en la localidad guipuzcoana de Hondarribia, a los 90 años de edad.

Basterretxea al comenzar la Guerra Civil Española, en 1936, se exilió junto con su familia, primero a Casablanca (Marruecos) y luego a Argentina. En 1952 regresó a España y ganó el concurso para la realización de las pinturas murales de la cripta de la Basílica de Nuestra Señora de Arántzazu, en Oñate (Guipúzcoa), donde colaboró con el también escultor vasco Jorge Oteiza (Orio, 1908 - San Sebastián, 2003), quien ganó el concurso para la realización de la estatuaria para el friso y la fachada de la basílica. A finales de la década de los cincuenta formó parte de los grupos de vanguardia más importantes del campo creativo español: el Equipo 57 y el grupo Gaur, con Oteiza, Chillida, Mendiburu, Ruiz Balerdi, Amable Arias o Sistiaga, entre otros.

A partir de 1963, además de la escultura y la pintura, desarrolló su trabajo en el campo del diseño industrial, practicó la fotografía experimental y también realizó cine, con cortometrajes como 'Operación H' (1963), 'Pelotari' (1964) y 'Alquézar, retablo de pasión' (1965), y el largometraje 'Ama Lur - Tierra Madre' (1966), todos ellos realizados con el  fotógrafo, montador y director de cine guipuzcoano Fernando Larruquert, a través de la productora Frontera Films Irun, SA.

Posteriormente, ya durante los años ochenta, trabajó intensamente en el campo de la escultura pública, de la que pueden verse ejemplos en numerosas localidades del País Vasco, así como en distintas ciudades españolas, de Estados Unidos, Argentina o Chile. De entre ellos, señalar, una escultura suya, que representaba un árbol de siete ramas, que resultó ganadora en el concurso de ideas, convocado en 1982 por el Parlamento Vasco, para presidir el hemiciclo, su obra 'Paloma por la Paz', de siete metros de alto por nueve de ancho, que se instaló en 1988 en el paseo de Zurriola de San Sebastián, cerca del estadio de fútbol de Anoeta. Otra obra suya, 'Monumento al pastor vasco', se encuentra instalada en la localidad de Reno, en el estado norteamericano de Atlanta. Por otra parte, su colección 'Euskal Kosmogonia', una de sus creaciones más personales y conocidas, se encuentra expuesta de forma permanente en la entrada y en el salón de plenos de la Juntas Generales de Guipúzcoa.

Entre sus exposiciones más importantes, cabe destacarse, su primera exposición individual en Madrid, en el Museo Español de Arte Contemporáneo, que constaba de 140 piezas, entre esculturas, pinturas, dibujos y collages, recogiendo distintas épocas de su actividad. Y más recientemente, a comienzos del pasado 2013, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, se pudo ver "Forma y universo", exposición con cerca de 200 piezas, comisariada por el crítico de arte y comisario independiente vasco Peio Aguirre, que fue concebida con la intención de reunir la retrospectiva más completa celebrada hasta la fecha de la obra de Basterretxea. Previamente, en 2008, Basterretxea donó al museo bilbaíno las 18 esculturas que forman la 'Serie cosmogónica vasca', una de sus obras fundamentales, que es, además, uno de los conjuntos más reconocidos de la escultura vasca de la segunda mitad del siglo XX.

Basterretxea, cuyo estado de salud era delicado, "estaba preparando con gran ilusión" una exposición para la Sala Koldo Mitxelena de San Sebastián, que tiene previsto inaugurarse a mediados del próximo mes de noviembre, según han ratificado desde la Diputación de Guipúzcoa en una nota emitida, tras conocerse su deceso.