Cuatro coleccionistas con cuatro formas de sentir el coleccionismo

Ayer por la tarde, la Fundación Francisco Godia de Barcelona organizó, junto con la Asociación Sport Cultura Barcelona y la Fundación Arte y Mecenazgo -entidad impulsada por "la Caixa"-, una mesa redonda en torno al perfil del coleccionista, su psicología y su compromiso con el patrimonio artístico. El acto se enmarcaba dentro de la exposición " Barcelona Colecciona", comisariada por la directora de la Fundación Francisco Godia, Sara Puig Alsina, que muestra piezas de arte contemporáneo pertenecientes a colecciones privadas barcelonesas que hasta ese mismo día se podía ver en la Fundación. La mesa estuvo moderada por Xavier Antich, filósofo, profesor de Estética de la Universitat de Girona y presidente del Patronato de la Fundació Antoni Tàpies, y contó con las intervenciones de cuatro coleccionistas de arte: Josep Maria Civit, Carlos Costa, Han Nefkens y Juan Várez. Con este debate, las tres entidadas organizadoras han querido promover la difusión de la figura del coleccionista, y su rol fundamental como protector del patrimonio así como estimulador de la creación contemporánea y poder conocer de primera mano las motivaciones e inquietudes de los cuatro coleccionistas invitados para entender y reconocer su labor. Estas fueron algunas de sus reflexiones:

Xavier Antich: ¿Cúales son sus motivaciones a la hora de coleccionar?. ¿Les mueve la pasión o qué les mueve?

José María Civit: En el acto de coleccionar no hay pasión, ésta queda sustituida por el compromiso. Una colección es un archivo que trata de contar una historia que tiene por objetivo fomentar la reflexión. En mi colección me expongo a mí mismo, tiene algo de personal. La colección entendida como una mamera de rememorizar de poner orden a un caos de la memoria. Mi colección es una fábrica de significados.

Juan Várez: Yo soy un cachorro de Arco. Mi fascinación fue primero por el artista luego por la obra. Para mí es fundamental la relación con la galería sobre todo a la hora de coleccionar arte contemporáneo. Y también comprar con cabeza y corazón. Por ejemplo una compra de una obra de la artista Adriana Varejão (Rio de Janeiro, Brasil, 1964): la compré por ser un óleo y por su temática colonial, guardaba relación con mi formación.

Han Nefkens: Sin pasión no se puede entender el arte. Hasta 1999 no comencé a coleccionar, fue a partir de ver una exposición con video-instalaciones de la artista Pipillotti Rist. De hecho mi primera compra fue una pieza de Rist. Desde ese momento me dije ''yo quiero formar parte de este mundo'' y me empecé a educar hablando con galeristas, con directores de museos, comisarios, etc. En un principio comencé coleccionando junto al director del Centraal Museum en Utrecht y compraba con la sala de exposiciones en mi mente. La pasión por el arte y la pasión por compartir es lo que a mi me conmueve. Quiero compartir esa experiencia que yo tengo con otras personas. Un segundo paso fue financiar la producción de diferentes obras. Esto implicaba una forma muy diferente de relacionarse con los artistas. Ahora trabajo directamente con los artistas, hablamos desde el comienzo de la idea y me da mucha satisfacción poder trabajar con otras personas. Un ejemplo de ello es la exposición "You are not alone" en la Fundación Joan Miró de Barcelona.

Carlos Costa: Yo no le llamaría pasión, le llamaría quizás obsesión. No existe un método para aprender, ni para encontrar tesoros y mucho menos para coleccionar. Para mí es una obsesión compartida con mi pareja, como cuando compré una obra de Chema Mádoz (Madrid, 1958) cuando iba a nacer un hijo mío.

XA: ¿Cómo se forma la sensibilidad del coleccionista? ¿Cómo se obtiene esa formación del gusto?

Juan Várez: La curiosidad es fundamental, querer saber más, lo que yo quise poner es el conocimiento a querer saber más. Es un aprendizaje, es una evolución. Recuerdo los primeros horrores donde no había esa curiosidad con cabeza. Por ello, curiosidad, pasión y cabeza. Por otro lado, en mi caso no está estructurada, es una evolución que ha venido motivada por la riqueza de comunicación con galeristas, comisarios, etc, que considero tan interesante.

José María Civit: La pasión es una condición ''sine qua non'' pero quizás no suficiente ya que poco romántica es la contemporaneidad. El arte es igual al capital y la pasión es complementaria a la posición.

Han Nefkens: Antes de comprar ninguna obra hablo con los galeristas, comisarios, directores de museo. Es fundamental ver mucho arte para crear el gusto estético. Pero sobre todo es importante creer en tu propia intuición. Mi forma de trabajar es extremadamente estructurada. Cada cosa que hago tiene que ver con uno de los proyectos desarrollados a través de mis fundaciones. Y para ello, me hago preguntas como: ¿este artista podría trabajar en uno de mis proyectos? ¿este artista tiene algo que añadir a este proyecto?. Por todo ello, la pasión y la razón van de la mano.

Carlos Costa: El arte supone una ilusión muy personal. Hay muchas fuentes de información (galerístas, comisarios,...). Por otro lado, ayudar a algunos artistas me fuerza y me obliga a participar con algunos artistas, ya sea en el proceso de producción o al final de ese proceso con la compra de su obra.

XA: En cuanto a la vocación pública de una colección, en lo que tiene que ver con el aspecto de generosidad pública ¿que opináis?

Han Nefkens: Cuando compartes no estás solo. Una obra de arte no es una cosa, es una reflexión un idea. Si la compras es que te sientes atraído de alguna forma hacia ella. También entiendo la generosidad como exhibicionismo ya que estoy mostrando parte de mí por medio de las obras.

Carlos Costa: Está el lado oscuro del coleccionismo, ''ganar prestigio''. En mi caso, a mi me motiva comisionar o montar un proyecto y estoy encantado de poder contribuir en ello.

Juan Várez: A mí siempre me fascinó la idea de coleccionar ya que yo he nacido en una familia de coleccionistas. Lo de la vocación pública siempre, por tanto, lo tuve claro. En coleccionar hay generosidad pero también un egoísmo altruista. -Puso el ejemplo de la comisión de un proyecto de un pabellón de Dan Graham (Urbana, Illinois, EE.UU., 1942 - reside en Dusseldorf, Alemania)-.

José María Civit: Por definición es darla y ofrecerla. No tiene una vocación de mostrarla sino de darla ya que los recursos me los ha dado la gente, por eso es para ellos. La pasión personal la dejo para lo privado. ¿Por qué colecciono? Colecciono para sentir mi época, para entender formas de pensar distintas. Para dialogar con el presente. Es un compromiso de tipo cultural que me he puesto. Una aventura intelectual. Todo ello es el núcleo de mis motivaciones.

XA: Por último, ¿cómo es vuestra relación con los artistas?

Carlos Costa: Me interesa mucho el proceso, esto es una de las partes que más me interesa. Menos artistas y más profundidad en conocerlos. Mi interés es cada vez mayor dentro de mis limitaciones.

Han Nefkens: En 2009 organicé una exposición con 17 artistas en varias partes de Barcelona que tardamos dos años en prepararla. El proceso creativo fue muy interesante ya que contó con varias encuentros con los artistas y me dió mucha satisfacción ver las relaciones que se establecieron entre ellos, algunos no se conocían. Ahora con el I Premio Fundación Han Nefkens MACBA 2012 estamos trabajando en un proyecto estructurado que cuenta con un grupo de diez scouts (una especie de ''oteadores''artísticos) repartidos por todo el mundo que serán los encargados de proponer al comité de selección, cada uno de ellos, hasta tres artistas de su zona geográfica lo que da un número de 33 artistas. De entre esta lista, el comité propondrá al jurado cinco finalistas. Este tipo de proyectos enriquece muchísimo. La gran ventaja de coleccionar arte contemporáneo es conocer artistas que están creando el arte de nuestro tiempo.

José María Civit: Yo me pregunto ¿para quien pinta el artista contemporáneo? ¿somos nosotros los destinatarios del arte actual? ya que todo esto está cambiando dada la escisión entre lo público y lo privado. Cuando voy al Macba veo un tipo de arte que no es el mismo que cuando voy a casa de mis amigos. En lo público, el comisario elige lo que cree que es más democrático... Por contra, las colecciones privadas atienden más a gustos personales que con el tiempo se homologan. El poder real está en lo privado. También me pregunto ¿tiene el arte contemporáneo un descrédito? ¿tiene mala prensa?

Juan Várez: Te permite comprender a la sociedad del momento que estás viviendo. A mi esto, viniendo del arte antiguo, lo que me ha permitido es poner los pies en el tiempo en el que vivo. Gustavo Pérez Diez - ARTEINFORMADO