Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Admirada es la transformación que tiene lugar cada año, desde los tiempos más remotos, por la que una sencilla planta, que ha pervivido al transcurrir de los siglos, nos ofrece uno de los manjares más apetecidos que existen. Bebida de los dioses en las épocas de Grecia y Roma clásicas, le fue incluso erigido en el Olimpo un dios en su nombre: Dioniso, entre los griegos, hijo de Zeus y Sémele, hija de un rey de Tebas, personificado como dios tracio del vino, Baco para los romanos. Con la llegada de la cultura cristiana al mundo occidental, entre los muchos elementos que pasaron del imperio romano a la iglesia cristiana, este líquido también sobrevivió para ocupar un lugar muy destacado en el nuevo culto. En memoria de la sangre derramada por el Salvador, para redimir a los creyentes de sus pecados, el vino pasó a ser objeto de consagración en cada una de las miles de iglesias repartidas por todo el mundo. Difícil pues resulta para multitudes, por un motivo u otro, vivir sin la presencia del vino. A Dioniso lo podemos contemplar desde el siglo V a.C., pintado en un vaso ático del estilo de las figuras rojas, y también se ocupó de él Praxíteles, que realizó una escultura en mármol de algo más de dos metros con el tema de Hermes con Dioniso niño, encontrada en Olimpia donde sigue conservada en su Museo Arqueológico, como una de las más esbeltas obras de la segunda etapa clásica del arte griego -siglo IV a.C.-, en la que este artista desarrolló su famosa curva praxiteliana, dándole una gran elegancia a la escultura. Entre los romanos, podemos encontrar representaciones de Baco en la Villa dei Misteri de Pompeya, del año 70 de nuestra era actual, como dios joven con una pantera y la copa o jarro, en alusión al vino. Hacia la mitad y final del imperio romano es un dios joven o niño, entre fieras y un séquito de aulistas y danzantes, para convertirse en divinidad oficial y urbana, con otra versión rural como Liber Pater, como dios de la fecundidad de la tierra. Para nosotros, gentes de islas atlánticas, el vino, amén de ser el manjar que alegra nuestras vidas, ha sido la vida para muchas de nuestras familias, en los momentos en los que Canarias dependió del monocultivo de la viña. Por conocidos y tantas veces citados no reiteramos la fama que nuestro preciado líquido alcanzó en las cortes europeas, ganándose el honor de quedar su nombre sellado por grandes escritores en algunas de sus famosas obras. La exportación del vino canario representó para las islas la mayor fuente de ingresos, sobre todo entre 1520 y 1640, año éste de la independencia de Portugal del Reino de España, y con ella al mismo tiempo la pérdida del mercado de las colonias portuguesas, seguido de las colonias inglesas del Caribe y América del Norte, y 1714, año que pone fin a la guerra de sucesión a la Corona española, que supuso además para nosotros la pérdida de la demanda del malvasía canario por los consumidores ingleses -'El viñedo era en aquel entonces la columna vertebral de toda la economía, al marcar el ritmo y la dirección de los flujos del comercio interior y de la renta regional'-. (1) Se llega incluso a cuantificar la producción de vinos que alcanzó Canarias, que para la segunda mitad del siglo XVII se cifra en unas treinta mil pipas, veinte mil de ellas producidas sólo en Tenerife, y la mitad de vino malvasía, lo que supone más de cuatro millones y medio de litros al año. (2) A los canarios nos iba la vida en estos trajines, hasta tal punto que los cosecheros, y vecindario en general, tuvieron arrestos para alzarse cuando vieron peligrar sus intereses, como sucedió en la noche del 2 al 3 de julio en la villa y puerto de Garachico -'El famoso derrame del vino en Garachico el año de 1666, en protesta ante el intento de la Compañía Inglesa de Canarias por monopolizar el comercio de los vinos isleños'-. (3) A modo de memoria de aquellos hechos, y homenaje a lo que el vino representó, se ha erigido un monumento en el paseo marítimo de Garachico, frente al Roque que preside su entrada. Este conjunto escultórico de siete metros de altura fue realizado el año 1996, en mármol de Carrara, por el escultor de Gran Canaria Luis Alemán Montull, que le dio por título El motín del vino. Como cantan los poetas de nuestras islas, Dulce esencia es el vino,/creador de los mundos/imaginarios, sueños que acaban a tristeza 'Carlos Pinto Grote, 2006-. Bendita esencia líquida, que nos permite incluso resurgir, hasta resucitar, de nuestros estados más ensimismados y profundos, de nuestros momentos más aciagos, para alegrarnos un poco la vida, aunque sea por unos momentos: ?mientras vivimos apurando/la hiel de nuestros días, este vino/que durmió en los toneles,/vence a la sombra y se hace claro un día,/como dándonos unas/señales de esperanza... -Arturo Maccanti, De 'Cantar en el ansia', 1982- (4). El vino ha seguido siendo objeto de atención en este archipiélago, a pesar de haber atravesado hasta fechas recientes una etapa en la que ha primado el consumo local, no siempre asociado a la calidad de los caldos, como en estos momentos se prioriza en Canarias. Poetas y músicos se han seguido haciendo eco de las excelencias de nuestros caldos. Ya Carlos E. Pinto, en el Catálogo de la I Bienal de arte y vino Tacoronte-Acentejo -La Vinal-, citaba algunos elogios al vino, realizados por Juan Manuel Trujillo, en 1928, y por Andrés de Lorenzo Cáceres. Los mejores cantores de parrandas de nuestro folklore no han dejado de entonar cálidos cantos en su honor. También los artistas han sido requeridos para dejar huella de lo mucho que el vino ha vuelto a representar para los canarios. Valga como muestra la obra del escultor lanzaroteño Paco Curbelo, titulada Homenaje al viticultor, localizada en La Geria, y realizada en mármol de Carrara, madera y resina, el presente año 2008. Con este propósito de dar continuidad a una labor realizada en los últimos veinte años, que ha supuesto el despegue y auge del sector vitivinícola, en concreto en la comarca Tacoronte-Acentejo, (5) esta Denominación de Origen invitó a once artistas escultores a participar en una muestra colectiva con el tema del vino y el viñedo como protagonistas. Previamente les invitó a conocer algunas bodegas, con el fin de familiarizarse con el cultivo de la viña y la elaboración del vino. En la mañana del sábado siete de junio el grupo se acercó a la bodega El Moral, en la calle Real Orotava, zona alta de El Sauzal, atendida por Ricardo Hernández, quien explica la historia de la bodega familiar, acompañado de sus padres, y nos asegura que la suya es una apuesta por el cultivo tradicional sobre horquetas, ahora continuado con un sistema de parral bajo con varillas de metal y liñas a modo de tendedera, y que fue su bisabuelo quien instaló la viga de castaño y el tornillo de tea que aún se conservan como útiles en el lagar. Se pudo conocer también la bodega de Domínguez Cuarta Generación, en la calle Calvario, de Tacoronte, en donde Carlos G. González ofrece un buen símil para lo que va de la parra al vino, comparándolo con un embarazo, en el que después de nueve meses surge el fruto. Esta bodega ha sido protagonista, este mismo año, de una muestra de fotografías, obra del fotógrafo alemán Uwe Jürgens, presentada en la Casa del Vino La Baranda, en El Sauzal, con el título de Viñagrafía. La familia Domínguez y el vino, en la que se mostraban detalles de todas las labores que tienen lugar en una campaña vitivinícola, 'desde la cepa hasta la botella'. Y así mismo, se visitó Bodegas Monje, en el camino Cruz Leandro, La Hollera, en las medianías de El Sauzal, que además de aportar la sabia de cinco generaciones ya volcadas en la elaboración de vinos y vinagres, destaca por su oferta de actos culturales, y en particular una iniciativa relacionada con el arte, la oferta de una selección de sus mejores vinos bajo la denominación de Monje de Autor. Felipe Monje ha venido invitando a los más destacados artistas de Canarias, a que dejen el sello de una de sus obras como etiqueta de sucesivas ediciones de Monje Autor, y de ese modo ha sido reproducida una obra de Martín Chirino en el año 1993, y sucesivamente ha ido ocurriendo lo mismo con los artistas Pedro González, César Manrique y Óscar Domínguez. Ahora, en este mes del vino por excelencia, estos once escultores canarios han sido convocados, cuál apóstoles del arte, a una santa cena de esculturas y vino, bajo la presidencia de Baco-Dionisos. A cada uno se les entregó en su momento los mismos ingredientes, un tonel de madera, listo para almacenar una buena cantidad de vino, dejado en manos de los artistas para que con él, o con el conjunto de piezas de madera y arandelas de metal, que lo componen, ofrezcan su particular interpretación del amplio mundo del vino. Desde el Estudio Artizar, en La Laguna, los toneles fueron rodando calle San Agustín arriba, camino de cada uno de los talleres de los escultores. Y una vez tratados en los respectivos laboratorios de arte, un escultor nos devuelve una cartografía de la depredación del territorio insular, de modo que desde una vista aérea parece un queso gruyere -Bodegas Isla Gruyère S.L.-, mientras que otro escultor ha despiezado las duelas, para componer un nuevo paisaje, cuál campo de viñas en época de poda, en que destacan sarmientos horizontales y horquetas verticales -Arco iris de medianías-. Hay quien ha levantado un nuevo altar a Baco, erigiendo su figura sobre las propias duelas, y hay quien ha erigido otra especie de altar, pero volviendo del revés la mitología, quizás desmitificándola, y acogiéndose al amparo de referencias de artistas mujeres más cercanas ?Homenaje a Amy Eva y Rebecca-, ¡otra mitificación al fin y al cabo! También encontramos al escultor que ha querido recordarnos, en la propia madera, el origen de todo este mundo del vino, la planta, la parra, labrando sus hojas entre las propias duelas de la barrica -Vidarrica-, y de otra parte el escultor que se ha decantado por una imagen digamos que tradicional de las bodegas, en las que junto al vino no puede faltar algo para 'picar' -Bodegón-. Y hay, en fin, quien ha preferido sacar a relucir el aspecto lúdico a la hora de enfrentarse a una propuesta creativa, aprovechando un componente básico en el cuidado de la viña, que alberga al mismo tiempo un significado luciferino 'En mi vida pasada flirteaba con el azufre'-. Así pues, la mesa está servida, y Baco preside la cena. Los amantes del arte, que deseen acercarse hasta la sala de arte CajaCanarias Juan Cas, están invitados. ¡Que el menú de esculturas sea del agrado de todos, y que disfruten igualmente de los caldos que le acompañan, de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo. ¡Feliz cena! (1) Antonio M. Macías Hernández: El vino en la historia insular, Vinaletras, Cuaderno bianual de cultura y vino Tacoronte-Acentejo, D. O. Tacoronte-Acentejo 2007. (2) Antonio Bethencourt Massieu: Canarias e Inglaterra: el comercio de vinos (1650-1800). Ediciones Idea, 2003. (3) Agustín Guimerá Ravina: Los puertos del vino, Vinaletras, Cuaderno bianual de cultura y vino Tacoronte-Acentejo, D. O. Tacoronte-Acentejo 2007. (4) La vinal, bienal de arte y vino tacoronte-acentejo, Estudio Artizar y D. O. Tacoronte-Acentejo, noviembre de 2006. (Catálogo). (5) Santiago J. Suárez Sosa y Mª Paz Gil Díaz: Los últimos 20 años vitivinícolas en la comarca Tacoronte-Acentejo, Vinaletras, Cuaderno bianual de cultura y vino Tacoronte-Acentejo, D. O. Tacoronte-Acentejo 2007.
A diferencia de la primera Vinal, en la que los artistas invitados, pintores en su mayoría, se aproximaron en sus obras a cualquier aspecto directa o indirectamente relacionado con la cultura vitivinícola, esta nueva convocatoria parte de algunos elementos determinantes: en primer lugar por tener los participantes el denominador común de ser escultores, o de ser la escultura su más habitual modo de expresión; y en segundo, por tener que vérselas con un objeto preestablecido, un objeto funcional y simbólicamente relacionado con dicha cultura, sobre el que han actuado con plena libertad. Artistas: Carlos Nicanor, Francis Viña, José Luis Santos Guerrero, Juan Carlos Batista, Juan López Salvador, Santiago González y Tahiche Díaz.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España